lunes, 11 de marzo de 2013
5 Clásicos: Pasión alrededor del mundo
El fútbol forma parte de la humanidad. Y esto no lo dice un fanático del fútbol si no estudios históricos. Estos han encontrado juegos muy parecidos al fútbol donde dos equipos con un instrumento en forma de pelota, debían llevarlo a un punto específico. Los mayas, los chinos, los egipcios, los griegos y los romanos, todas culturas avanzadas, tenían juegos con una semejanza al fútbol.
Juego de pelota londinense, el soule francés, el fútbol de carnaval de
las islas británicas, el calcio florentino en Italia, todos ellos, precursores
del fútbol actual, tenían un punto en común, amén de sus reglas; un equipo
compitiendo contra otro.
Y esta rivalidad se extendía, desde un grupo de amigos contra otros (juego de pelota londinense o mob footbal), un sector de una ciudad contra otro (calcio florentino) hasta pueblos enteros contra sus vecinos rivales (casos documentados en el fútbol de carnaval). Así pues, estaba claro la rivalidad era parte del juego y la pasión lo seguía.
Volviendo a nuestros días, esto sigue siendo una constante. En este caso,
clubes de fútbol que representan a una ciudad o parte de esta, se enfrentan al
de otra ciudad o de otra parte de la misma ciudad. Algunas veces, en estos
enfrentamientos civilizados, se entremezclan la defensa de ideologías e
idiosincrasias, lo que aumenta más el grado de “pasionalidad” con que se miran
estos enfrentamientos.
Pero
¿que hace a un “clásico” lo que es? Desde mi punto de vista, un partido debe
tener tres ingredientes infaltables, para ser considerado como clásico: Pasión,
Antigüedad y Paridad.
La
pasión es dada por la rivalidad entre dos equipos. Usualmente esta, está
influenciada por la geografía, la historia y la idiosincrasia de los equipos
que se enfrentan y que, usualmente, son contrarias entre sí.
La
antigüedad la da el tiempo. Entre más tiempo se sostenga una rivalidad, mayor
será la emotividad con que se juegue cada partido. Los mejores clásicos son los
que enfrentan a dos equipos cuyas rivalidades se han mantenido por décadas.
Por
último, la paridad. Si a través del tiempo, los enfrentamientos han tenido
victorias y derrotas repartidas entre los dos equipos rivales por igual, está
claro que el clásico tendrá mucho más sabor. Un enfrentamiento de buey amarrado
con tigre suelto, no tienen ningún atractivo. En la mayoría de los casos, los
enfrentamientos entre estos dos equipos que sostienen un clásico, puede llegar
a determinar quién es campeón de sus respectivas ligas.
Todos
los grandes clásicos alrededor del mundo, tienen estos tres aspectos que he
explicado, como una constante que no varía significativamente en el tiempo.
Ante esto, los 5 clásicos (en orden de menor a mayor) más grandes desde mi
punto de vista, son los siguientes:
El Derby della Madonina
El superclásico Argentino
El Fla-Flu
El clásico Español
The Old Firm.
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